ARTÍCULO DE USUARIO: El Triunfo Del Cinturón De Castidad

ARTÍCULO DE USUARIO: El Triunfo Del Cinturón De Castidad

de Noticias Recon

11 mayo 2022

Por Slaaf146


"Soy tu Master, y por lo tanto solo yo decido cuando tienes permiso para correrte".

¿Cuántos esclavos habrán oído esas palabras o algo similar? Sobre todo, en los últimos años, debido al boom de la castidad forzada. Hace cincuenta años, en el mundo BDSM nadie hablaba de esto, y ni mucho menos podía aspirar un esclavo a vivir esta experiencia al máximo. Pero desde comienzos de siglo cada vez hay más Masters que han descubierto su potencial para ejercer una autoridad absoluta sobre el esclavo: la autoridad sobre sus deseos sexuales.

Los hombres son seres controlados por sus penes. No cabe duda. Su deseo de tener orgasmos periódicamente es innato. Quieren eyacular cuanto antes. La mayoría se apresura mucho en hacerlo: cuanto antes mejor. Por lo tanto, tener el control del sexo de un hombre equivale a tener control sobre el hombre en sí mismo. La posibilidad que tiene un Master de negar a un esclavo su deseo natural le dará un inmenso control sobre el comportamiento de ese individuo. De hecho. El esclavo pierde su voluntad porque cuando su ansia por llegar al orgasmo se hace cada vez mayor, elimina todos los demás pensamientos y de esta forma acaba gobernando su mente. Finalmente, el esclavo hará todo lo que quiera su Master, para que le permita correrse – si su Master le deja: gracias a estas extenuantes ganas por eyacular podrá controlar su comportamiento convirtiéndolo en un esclavo super obediente y lleno de deseo.

La posesión del poder de permitir o negar un orgasmo hace que el esclavo sea como cera blanda en las manos del Master. Por esta razón el control de la eyaculación se ha convertido en algo cada vez más importante en muchas relaciones Master/esclavo durante las últimas décadas. No tengo a mano las estadísticas, pero no hace falta más que mirar los términos detallados en muchos perfiles de internet, al igual que aquí en Recon. He contado rápidamente los perfiles que muestran que la castidad es uno de los principales cinco intereses de un individuo (de entre treinta intereses diferentes) y he tenido que reducir la selección a mi propio país, los Países Bajos, con estas opciones seleccionadas el sistema nos muestra que hay más de 1500 perfiles que presentan estas características. Si se selecciona ''Europa'', el sistema peta, y si selecciona todo el mundo, ya flipas.
En cualquier caso, consideremos todos esos usuarios neerlandeses de Recon que se consideran activos, aproximadamente uno de cada diez, ese número casi se dobla ya cuando se trata de Masters totales (100% activos) a los que les pone la castidad (para el esclavo, por supuesto). Y para sus víctimas potenciales esta cifra subió por encima del diez por ciento para los sumisos que se consideraban moderados y hasta casi un tercio de los que se consideran esclavos absolutos (100% pasivos), que es la categoría a la que pertenezco yo. Estoy seguro de que hace veinte años las cifras eran mucho menores. Para resumir, cuanto más autoritario sea el Master y más sumiso sea el esclavo, más probabilidades tendrá la castidad forzada de estar en la lista de cosas que hacer que tienen esos individuos en su mente.

Y esto se ha corroborado en mi propia experiencia, al ponerme en contacto con otros Masters desde el punto de vista de un esclavo. La castidad obligatoria desempeña un papel cada vez más importante como uno de los términos básicos a los que los esclavos totales tendrán que someterse. Todo el mundo sabe que esto es algo bueno para los esclavos, ya que los mantiene cachondos y con ganas de servir. Porque cuando los esclavos se corren, se ponen vagos hasta el momento en el que necesitan correrse otra vez. Y como la mayoría de los esclavos - y la mayoría de los hombres, para ser sinceros – no tiene la capacidad de autocontrolarse, tenemos una solución fácil: cinturón de castidad. Actualmente muchos Masters mencionan automáticamente el cinturón de castidad que van a ponerte 24/7/365 – por lo tanto, también en la vida cotidiana – y que va a ser una condición estándar no negociable para sus esclavos.

Hace un par de años encontré un sondeo realizado a esclavos en castidad que decía que el 70% de ellos también querían el mismo tipo de intensidad. Y combinado con otros datos, el resultado era que se estimaba que unos 30.000 hombres en Europa y en Estados Unidos, van a trabajar todos los días con algún dispositivo de castidad puesto.

No solo es que la castidad esté viviendo un boom, sino que los cinturones de castidad también lo están viviendo. Y, de hecho, también los verdaderos cinturones de castidad. Es importante señalar esto, ya que hay una gran confusión en lo que se refiere a la terminología. Este término se usa automáticamente para cualquier tipo de aparato de castidad. Pero la mayoría de ellos, al igual que los que se anuncian en internet, no son realmente cinturones, sino simples tubos que solo confinan la polla. Aunque se usan con el mismo propósito, para ser más claros se les debería llamar jaulas de castidad. Como algunas son muy simples y bastante baratas, se han convertido en algo accesible y muy popular. Me refiero a las famosas CB-2000, CB-3000 y otros modelos por el estilo que, normalmente, están hechas de algún tipo de plástico duro.

A diferencia de esto, ¿qué es un cinturón de castidad real?

Según la tradición se inventó en la Edad Media – para las mujeres. Los caballeros que iban a las Cruzadas, según cuenta la historia, daban así seguridad a sus mujeres que se quedaban en casa solas con la ayuda de este dispositivo, de forma que evitaban el adulterio durante su ausencia. En la actualidad en el mundo del BDSM, la mayoría de los cinturones de castidad no los llevan las mujeres, sino los hombres, aunque también existen modelos para mujeres. No hay jaulas de castidad para mujeres, evidentemente, solo cinturones de castidad reales, como el conocido como modelo florentino – el que el público general considera como el más típico. Básicamente, el modelo femenino ha sido adaptado a la anatomía del hombre, con esa protuberancia frontal que nos pone tan cachondos.

De hecho, un cinturón de castidad es un tipo de ropa interior de acero. Es un cinturón real y se puede usar como tal. Contiene dos bandas sólidas de acero, una es horizontal y circular, y la otra es vertical, las dos tienen forma de semicircunferencia. La banda horizontal, como cualquier otro cinturón normal, se pone alrededor de la cintura del esclavo. Sin embargo, el esclavo percibirá inmediatamente la gran diferencia que hay con respecto a un cinturón normal, ya que este cinturón especial se lleva debajo de la ropa, tocando directamente su piel, y no está hecho de cuero suave, sino de acero inoxidable sólido. Por esta razón, obviamente es más pesado que una jaula de castidad de plástico.

El cinturón de esta nueva ropa interior de acero tendrá que ajustar muy bien, y con seguridad, para hacer que sea completamente imposible que el que lo lleva se lo pueda quitar deslizándolo hacia abajo. Al principio resultará duro e inflexible, y apretará la piel de la espalda y del abdomen. Para obtener una seguridad máxima, se debe ajustar el cinturón a la parte más delgada del cuerpo del esclavo, para que rodee su cuerpo por encima de las caderas.

Sin embargo, la diferencia fundamental entre un cinturón normal y un cinturón de castidad es la segunda parte. Si volvemos a la banda de la cintura, en la zona central de la parte posterior es donde se une la otra banda vertical de acero. Primero llega hasta la raja del culo del esclavo, pasa por encima del ojete y de la bragueta y después vuelve a subir, cubre los genitales hasta enganchar la parte final a la parte que rodea la cintura. En la mayoría de los modelos un candado central abrocha la parte de la cintura y la fija con la otra banda. Después de coger las llaves, un buen cinturón de castidad no permitirá que se escape el esclavo. En el caso de las mujeres, eso sería todo. Para los esclavos masculinos, en la parte interior de la banda frontal que corresponde a la zona de los genitales, se ajusta un tubo separado que rodea completamente su polla y hace que sea imposible estimularla manualmente, ya que el tronco y el glande del pene se encuentran aislados.

Como se tienen que hacer a medida, para que se ajusten al cuerpo del esclavo, los verdaderos cinturones de castidad son mucho más caros que las simples jaulas de castidad sin la parte del cinturón que se pone en la cintura. Por otro lado, si la castidad a largo plazo es un aspecto fundamental de la esclavitud de un individuo, puede que esa inversión merezca la pena. Comparándolo con las jaulas de castidad, presentan dos ventajas.

Primero, el riesgo de que se escape el esclavo es básicamente inexistente, mientras que muchos esclavos son capaces de sacarse la polla de las jaulas cuando esta flácida. Además, para la vida cotidiana, un cinturón es más cómodo y más práctico que un simple tubo para pollas. Al principio puede que esto resulte extraño, ya que un cinturón de castidad (la mayoría son de acero) es mucho más pesado que una jaula (normalmente de plástico). Pero te acostumbras a ese peso adicional. La verdad es que, en el caso de la jaula de castidad, todo el dispositivo hace presión desde por encima de la polla. He probado diferentes modelos, y al final siempre se me irrita esa zona. En mi opinión, están bien para una sesión en plan SM, pero no para llevarlo todos los días. Mis pantalones apretaban y la ponían en una posición incómoda, mientras que un cinturón de castidad queda fijado a la zona genital, hace que esto quede hacia abajo y de esta forma sea invisible – una jaula de castidad normalmente sobresale hacia fuera y produce un bulto visible y de aspecto extraño. Si el esclavo debe llevarlo puesto todo el día, esta situación no es algo muy deseable. En ese caso, un verdadero cinturón de castidad será probablemente la mejor alternativa.

Bueno, comencé este artículo con estas ideas: he oído hablar de todo este rollo hace un par de años por primera vez. Y el resultado lógico era la obligación de comprarme un cinturón de castidad de acero inoxidable hecho a medida. Quizá escribiré más cosas sobre mis experiencias personales en el futuro en otro artículo. Estad atentos a las nuevas publicaciones.


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