ARTÍCULO DE USUARIO: Mi viaje por el mundo fetichista.

ARTÍCULO DE USUARIO: Mi viaje por el mundo fetichista.

de Noticias Recon

20 marzo 2021

Por blueeyedboi84

Desde pequeño, siempre me ha interesado el fetichismo de forma subconsciente. Desde haber sido por casualidades de la vida siempre el niño al que capturaban cuando jugaba con mis amigos hasta tener siempre atado un muñeco de un héroe de acción cachas y con ropa interior azul. Desde siempre he sentido algo, pero era demasiado pequeño para saber qué era ESO.

Hasta que no fui a la uni con 18/19 años no se abrió mi ventana al mundo, y fue ahí donde empecé a conocer gente que creo que no habría conocido nunca de no haber sido por esa experiencia. Nunca he tenido mucha suerte con las chicas, por razones que ahora son obvias, pero la primera vez que fui a una discoteca gay, ligué. Como os podéis imaginar, se me mezclaron un montón de pensamientos y sensaciones. Acabé yendo bastante a cierta discoteca que está situada "bajo los arcos" durante varios años a partir de ese momento.

Siempre me ha gustado ir a los bares a los que íbamos, pero eran un poco demasiado normalitos. Pasábamos por delante de Comptons todos los findes, y yo siempre quería ir allí, pero mis amigos no. Siempre veía a esos tíos mayores potentes, algunos de ellos llevaban puestos sus looks de cuero, y todo eso me hacía sentir muy atraído, pero no estaba preparado para entrar yo solo a los 19-20 años.

No recuerdo dónde oí hablar de recon.com pero casi de forma instantánea sabía que era la plataforma que necesitaba y me creé un perfil en un par de segundos. Eso sí, había un problema; no tenía ningún look fetichista. Vivía con mis padres en Bethnal Green, en Londres, y como todos los londinenses que estén leyendo esto sabrán, Expectations, una tienda gay fetichista, estaba cerca de esa zona.

Evidentemente investigué un poco antes de ir, ya que era joven y no había ido a ninguna tienda como esa antes – estaba muy nervioso ya que no sabía cómo iba a ser la experiencia. Cuando reuní el coraje necesario y entré, ¡me enamoré!

Una vez dentro di un montón de vueltas, empapándome de los olores y del tacto de los looks que estaban colgados. Salí con mis primeras prendas fetichistas – una camiseta de rubber y unos pantalones cortos. Me moría de ganas de llegar a casa y probármelos. Cuando me los probé, me sentí como si por fin hubiese encontrado aquello en lo que yo encajaba a la perfección. Me hice mogollón de fotos, las subí y esperé a que respondiese al mensaje y al ligue que le había enviado a un activo de cuero que fumaba puros.

Finalmente, me respondió, y conectamos muy bien. Le visité unas cuantas veces en su casa del centro de Londres y descubrí mi lado sumiso. Vi que era realmente feliz cuando renunciaba a mí mismo ante un activo y me ponía un montón darle placer a él. Quedamos varias veces no solo en plan sexo y un día saqué la conversación de un club llamado "The Hoist".

Quería ir, pero me entraron los nervios otra vez, en esta ocasión, él me tranquilizó al asegurarme que me cuidaría ya que iría como su chico. Nunca me había sentido tan seguro y a la vez tan excitado.
Cogimos un taxi desde su casa hasta Vauxhall y me enseñó el sitio al llegar. Me llevó a la barra, y nos tomamos una cerveza juntos y una vez que nos metimos en situación, me llevó a dar una vuelta por el club. Fui su chico esa noche y decidió con quién me lo podía montar y a quién podía servir, y descubrí lo mucho que me gustaba que mi activo tuviese ese nivel de control sobre mí.

Nos quedamos unas cuantas horas y nos fuimos juntos. Me enganchó el rollo y me quedé con muchas ganas de volver, volví varias veces e incluso fui algunas veces yo solo, me lo pasé bien, pero no tan bien como cuando fui con mi activo.

Hice varias incursiones en el mundo del fetichismo durante varios años, pero en 2009 conocí a la mujer con la que me acabé casando y con la que estuve durante 12 años.

La gente siempre se pensaba que yo era bi (aunque no había estado nunca con una mujer antes). Creo que hacerle pensar eso era más fácil ya que había empezado un trabajo bastante heterosexual, era ingeniero, que es el trabajo que sigo teniendo a día de hoy, y en esa época mi sexualidad era un gran secreto. Nadie lo supo nunca durante todo el tiempo que estuve trabajando allí. Conocí a mi mujer a los 24 años y un año después nos prometimos. Fui completamente honesto con ella y le dije que era bi la noche que nos conocimos, pero como dijo ella, decidió intentarlo. Creo que me enchoché mucho y dejé mi amor por el fetichismo y por los hombres en un segundo plano. Cuando nos casamos, mis dos padrinos fueron una pareja gay; los había conocido hacía 18 años, y uno de ellos era una especie de ex (el tío con el que perdí la virginidad) y mi mujer los conocía a los dos.

Era una relación/un matrimonio estrictamente heterosexual y no fetichista que inevitablemente terminó justo antes del confinamiento de 2020. Había reprimido mis necesidades durante tanto tiempo porque en mi cabeza era socialmente más aceptable ser heterosexual, y era más fácil que el pensamiento de terminar nuestra relación que había durado 12 años. Pero llegamos a un punto de inflexión en febrero de 2020. Inevitablemente nos separamos después de decirle a mi mujer que era completamente gay, pero hemos conseguido seguir siendo muy buenos amigos.

Había decidido decírselo y empezar una nueva vida como hombre gay fetichista, y de repente todo el mundo se quedó confinado, y después de esperar casi 12 años un nuevo comienzo en mi vida, llega la covid.

En 2020 tuve que gestionar el fin de mi matrimonio, salir del armario, el confinamiento, 4 meses de ERTE, muertes en la familia, obviamente la covid y todas las cosas malas que nos ha traído, por lo que la idea de empezar una nueva vida sonaba a chiste.

En junio, me mudé a mi propio piso, y por fin ahora me he empezado a sentir realmente en casa. He decidido invertir en nuevos looks fetichistas y el mes pasado me he comprado mi primer traje de látex y unos leggings y una camiseta de látex también, y de momento, siempre que estoy libre me lo pongo. Simplemente el hecho de sentarme y descansar en casa con esas prendas puestas es un gran subidón, y además hace poco que he encontrado mi propio espacio mental de sumiso, lo cual ha estimulado aún más mi amor por los looks fetichistas.

Necesitaba experimentar todo lo que viví el año pasado y estoy agradecido de la nueva oportunidad que me ha dado la vida, pero las cosas no son siempre fáciles. Mi salud mental se ha visto afectada y a veces la depresión me da altibajos, pero mi familia, mis amigos y mi terapeuta me han asegurado que esto es normal.

Ahora estoy cómodo con el inicio de mi nueva vida, teniendo en cuenta todo lo que está pasando ahora mismo en el mundo, pero hay muchas cosas que echo de menos. Me muero de ganas de volver a la vida normal y de explorar más el mundo fetichista con tanta libertad como sea posible.

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