ARTICULO DE USUARIO: Cómo las máscaras y las capuchas me transforman en mi versión mas cachonda

ARTICULO DE USUARIO: Cómo las máscaras y las capuchas me transforman en mi versión mas cachonda

de Noticias Recon

21 noviembre 2023

Por CHaddiction

Sé lo extraño que puede que suene esto, pero Dick Harper, al que interpretó Jim Carrey en Ladrones de risa (2005) fue uno de muchos los personajes ficticios con lo que tenía fantasías durante mi adolescencia. A diferencia de la mayoría de la gente que vio esta comedia para echarse unas risas, yo estaba obsesionado con unas cuantas escenas en las que Dick Harper y su mujer roban a la gente disfrazados – para ser más exacto, y esto es importante, llevan puestos pasamontañas. Es interesante que al intentar encontrar los primeros recuerdos de mi fetichismo por las máscaras y las capuchas, me acordase de esa peli. En esa época aún pensaba que era muy extraño que la fuente de mis fantasías sexuales se encontrase en un personaje de comedia. Después de todo, tenía una serie de películas en las que había gente que llevaba puesto todo tipo de máscaras y capuchas. En esta lista de pelis se encontraba Lock and Stock (1998), La Máscara del Zorro (1998) y, desde luego, las películas de superhéroes como Spider-Man 1-3 (2002-2007), solo por nombrar unas cuantas. Desafortunadamente Elle (2016) salió después, pero he perdido la cuenta del tiempo que he pasado viéndola…

Todas esas noches que he pasado buscando y viendo esas pelis me hicieron darme cuenta, desde que era muy joven, de que me atraían los hombres que llevaban capuchas y máscaras, que no se trataba solo de una preferencia estética, sino de un deseo sexual. Desde luego, pensaba que era el único – hasta que entendí completamente el significado de la palabra ''fetichismo'' y descubrí la comunidad fetichista, gracias al todopoderoso internet. Desde entonces, me he montado un montón de sesiones en las que yo mismo llevaba máscaras y capuchas junto a otros que también las llevaban. A veces, me he puesto una máscara o una capucha y me he masturbado delante del espejo mirándome y la experiencia me ha dado una gran satisfacción. También colecciono todo tipo de máscaras y capuchas. Nunca tienes suficiente, ¿verdad?

¿Por qué tengo un fetichismo por las máscaras y las capuchas?" nunca se me había ocurrido esta pregunta, hasta que conocí a mi pareja actual, que ha vivido su sexualidad de forma convencional siempre. Desde luego, junto con esta pregunta, él también me ha hecho pensar en mis otros fetichismos, pero concentrémonos en las máscaras y las capuchas y dejemos los otros para otro día.

Para mí, personalmente, el poder de las máscaras y de las capuchas tiene dos dimensiones. Cuando me las pongo, me dan la oportunidad de transformarme. Cuando mi cara, que la mayoría de la gente reconocería, está cubierta, me siento no solo seguro, sino también libre para expresar las partes de mi persona que no puedo expresar a diario. A estas partes lujuriosas, desvergonzadas y sumisas o dominantes de mi ser se les da rienda suelta simplemente cuando me pongo una máscara o una capucha. Estas transformaciones han sido muy importantes para mí, en parte porque, aparentemente, tengo una cara muy ''de inocente'', que a veces me dificulta a mí y a mis follamigos meternos en los papeles y en el rollo que deseamos.

Eso sí, está claro que me gusta mucho ver a otros con capuchas y máscaras. A diferencia de cuando me las pongo yo, ver a otros llevando una máscara o una capucha añade un halo de misterio y emoción a las sesiones fetichistas. "Solo sé que eres un ser sexual, no quién eres". Quizás esto es parecido a lo que la gente siente al montárselo en plan anónimo, que también es una de mis fantasías.

Por supuesto que me lo he montado montones de veces con máscaras y capuchas, pero una ocasión fue inolvidable. Una vez, mi follamigo me iba a visitar procedente de otra ciudad, por lo que pensé que le prepararía una ''sorpresa''. Me compré una nueva máscara de gimp de rubber y la escondí en un cajón de mi cuarto de baño. Cuando por fin llego a mi casa y nos preparamos, ya era bastante tarde. Le dije que me iba a dar una ducha y que después podíamos ''montárnoslo''. Con ''montárnoslo'' a lo que me refería era a una sesión en plan amo/sumiso, pero probablemente él pensó que íbamos a tener relaciones sexuales en plan convencional. Después de la ducha, me puse en secreto la máscara de rubber, que me ajusta a la cabeza perfectamente como si fuese una segunda piel, y solo deja a la vista la boca. Me miré en el espejo y sentí que me había transformado en una persona completamente diferente, que haría cualquier cosa para agradar y dar placer. Estaba tan cachondo que tuve que tocarme delante del espejo. Mi amigo se sorprendió mucho al verme salir del baño llevando solo una máscara de rubber de gimp muy sexy y entonces adivinó exactamente qué es lo que tenía planeado yo. Ese sumiso sexy que estaba delante de él no era la misma persona que había entrado en el baño antes. Me puse de rodillas y le pregunté si le podía servir. Me usó a saco, como si no fuese su pareja sino un juguete sexual, que era exactamente como quería que me tratase.

A diferencia de la mayoría de las sesiones que me he montado, que incluían muchos tipos de fetichismos, esta experiencia solo contó con la presencia de una máscara de rubber, pero hubo algo tan fuerte que aún la recuerdo a día de hoy. Creo que esto explica lo que significa el fetichismo por las máscaras y las capuchas para mí.

La idea de escribir sobre mi fetichismo por las máscaras y las capuchas también me ha despertado la curiosidad por saber qué piensan los demás sobre todo esto, o si sienten lo mismo que yo, o algo diferente. Por eso, les he pedido a algunos amigos que compartan conmigo sus opiniones. La mayoría de ellos también comparten ese fetichismo – no es una sorpresa, ya que se trata de mis amigos. Sus sentimientos hacia las máscaras y las capuchas son similares a los míos. Por ejemplo, uno de ellos me dijo que las máscaras y las capuchas le ayudan a escapar de las identidades y las relaciones sociales cotidianas: no quiere tener que pensar en las normas y las restricciones sociales al expresar lo que le gusta. Otro me comentó que le gusta cómo las máscaras y las capuchas se pueden usar en los juegos de intercambio de rol para hacer que la gente actúe de forma diferente y adquiera un aspecto diferente también – agresivo, dominante, guarro o sumiso. Otro amigo me dijo que ponerse capuchas y mascara le hace sentirse como un objeto, que es una parte del proceso de degradación. Sin duda, como comparto sus gustos, estoy completamente de acuerdo con ellos.

No obstante, dos personas me contaron las razones por las que no les gustan ni las máscaras ni las capuchas. "Tu cara es demasiado bonita para ocultarla" me dijo mi pareja actual, que ha insistido en que mencione su cita en este artículo. Aunque entiende por qué me gustan las máscaras y las capuchas, a él le atraen mucho las caras. Cree que si alguno de nosotros dos se pone una máscara o una capucha al tener relaciones sexuales, desaparece esa intimidad especial que existe entre nosotros, y le doy la razón. Luego, otro amigo me contó que tenía un amigo que odia las máscaras y las capuchas, porque impiden que dos (o más) personas puedan conectar realmente entre ellas: no hay expresiones faciales y a veces no se puede mantener una comunicación verbal o tener contacto visual con la otra persona.

Me he dado cuenta de que a veces se superponen las razones por las que a la gente le gustan o no las máscaras o las capuchas. El placer que nos produce a algunos transformarnos, ser misteriosos y anónimos es lo que les repele a otros, ya que son las barreras impuestas contra la conexión. ¿No es eso lo más normal en la comunidad fetichista? Nos gustan cosas diferentes de formas diferentes y respetamos esas diferencias que hay entre nosotros. En el caso de mi pareja y yo, sabemos que es importante comunicarse bien y encontrar formas de dar placer al otros, aunque no sea fácil hacerlo. Me pongo una capucha o una máscara a veces para sorprenderle, que es algo que me encanta y a veces les pido a él que se ponga una, pero esas no son las únicas dos formas que tenemos de montárnoslo entre nosotros.

En la actualidad he dejado de hacer listas en las que la gente lleva máscaras y capuchas y me he olvidado de la mayoría de esas películas. Estoy contento de escribir este artículo que me ha hecho recordar cosas que son muy importantes para mí.

Si tienes un fetichismo por las máscaras y las capuchas y no has visto la peli Elle (2016), por favor la tienes que ver, y quizá cuéntame cómo te sientes después.

***Si quieres compartir una experiencia fetichista en un artículo de usuario, envía tus ideas o un borrador a: social@recon.com

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