BOXERDADDY: JUEGOS DE IMPACTO FUERTE – El viaje hasta convertirse en Daddy Boxeador

BOXERDADDY: JUEGOS DE IMPACTO FUERTE – El viaje hasta convertirse en Daddy Boxeador

de Noticias Recon

15 abril 2020

BOXERDADDY es un fetichista que vive en Nueva York, es escritor y el autor de ''The Puglist: Erotic Boxing Adventures'' (El púgil: Aventuras Eróticas de Boxeo) and ''The Puglist: Other Erotic Boxing Tales' (El púgil: Otras Aventuras Eróticas de Boxeo). Boxerdaddy también es uno de los padres fundadores de ONYX NY/North East. ONYX es una organización que da apoyo a la diversidad racial y étnica en la comunidad gay de cuero. Durante más de 24 años, esta organización ha trabajado para empoderar a los hombres gay de color y a sus aliados educando sobre la comunidad, las prácticas seguras y la historia.

¿Por dónde empiezo? Parece que fue hace media vida. Iba por Penn Station, en Nueva York, hacia los recreativos a echarme una partida de videojuegos allí (sí, hace mucho tiempo). Pasé por delante de un quiosco de periódicos y en ese momento vi una revista de boxeo. Tenía la foto del ''maravilloso'' Marvin Hagler sin camiseta, con un par de guantes puestos en los que se podía leer ''PÓNTELOS CON FUERZA'' en los puños. Me sentí cautivado por esa imagen. Simplemente no me podía mover. Al final me acabé yendo, pero volví varias veces hasta que, finalmente me la compré. Al mirar las fotos de hombres medio desnudos, sudorosos, apaleados, y con moratones, golpeándose los unos a los otros con guantes grandes de la marca Everlast, con pantalones cortos que acariciaban sus culos, todo eso activó algo en lo más profundo de mis entrañas que me encantó. Justo después de pasar la pubertad, descubrí que no podía ver combates de boxeo en la tele con otras personas, por miedo a que viesen cómo se me ponía dura. Todo esto era algo muy extraño y NUNCA pude contárselo a nadie. Pasé así todos estos años antes de saber que estaba relacionado con mi preferencia sexual.

Pasemos por los años 80 y rebobinemos rápidamente hasta el principio de los años 90, que fue una época en la que solo pensaba en sexo, drogas, música rap, rollos militares y la uni; empecé a saber qué hacer con mi vida cuando estaba soltero y vivía en Atlanta. Una vez que había aceptado mi sexualidad, decidí que quería descubrir más sobre ese secreto que me ponía cachondo, pero ¿por dónde me ponía a buscar? Como trabajaba en informática, decidí explorar el mundo anónimo de internet. Quizá puede que hubiese otros tíos a los que también les ponía este deporte como a mí. Y por supuesto que había. Encontré una página web dedicada a la lucha y el boxeo gay en la que me creé un perfil y empecé a hablar de esto con otros hombres como yo. Hasta había una sección en la que los miembros podían publicar en internet historias de ficción para que los demás las leyesen (hazte una nota, después seguiré hablando de esto). Y en esa página empecé a hablar con un tío que era un poco más grande que yo y que iba a venir a mi ciudad y quería luchar conmigo.

"¿DE VERDAD?"

Estaba nervioso, emocionado, aterrorizado y casi a punto de mearme en los pantalones. Por supuesto que había participado en algunas peleas en bares cuando estaba en el ejército, pero nunca había participado en un combate cara a cara siguiendo todas las reglas de boxeo en plan Marqués de Queensbury. Decidí memorizar y realizar los movimientos que había visto hacer a los boxeadores profesionales en sus combates. Y pensé, si le añadía eso a las ganas que tenía y a mi tenacidad, sobreviviría sin problemas. Quedamos y me ensangrentó la nariz casi antes de que nos pusiésemos en serio. No me di por vencido a la primera, pero tampoco gané el combate. Eso sí, pasó una cosa diferente. Es como si hubiesen plantado una semilla en mi interior, ¡y rápidamente empezó a crecer! Un mes después, me apunté a un gimnasio de boxeo y empecé a ir a clases en serio. Fue como tirar un renacuajo al agua. Nueve meses después, me tomé la revancha con aquel tío, parándole en el segundo asalto. No obstante, es el único boxeador gay que me ha ganado EN TODA MI VIDA.

En medio de este viaje descubrí ONYX: la organización de cuero para hombres de color. Como ya era consciente de que tenía un fetichismo muy específico: ¿qué mejor sitio para encontrar otros hombres como yo que en un grupo de cuero que era perfecto para hombres fetichistas? Desafortunadamente, no encontré a nadie con el mismo fetichismo que yo. Pero eso sí, me sentí lo suficientemente cómodo como para ponerme mi look de boxeo e ir a fiestas para bailar y a quedadas en plan cuero. Era bastante avanzado a esa época para lo que se veía en esas fiestas fetichistas. Pero era genial llegar a una fiesta y ser el ÚNICO tío vestido en plan boxeo.

Una cuantos años después de volver a Nueva York, fui uno de los miembros fundadores de la sede de Nueva York de ONYX y me convertí en el 3.er ganador del título The Leatherman of Color (El Hombre de Color de Cuero). Sí, no tenía ni un momento para descansar. Mientras tanto, seguía perfeccionando mi técnica en mi deporte favorito y a veces hacía combates en plan para experimentar la dominación. Pero no era suficiente, yo ansiaba tener algo más. A partir de aquella primera página web centrada en el rollo lucha/boxeo gay, recopilé varias de las historias cortas que había escrito en un libro y me lo autopubliqué: THE PUGILIST: Erotic Boxing Adventures (EL PÚGIL: Aventuras Eróticas). Vendí TODAS las copias. Es más, hubo algunos hombres que se pusieron en contacto conmigo para hacer realidad algunos de las escenas descritas en el libro. Nada podía salir mejor. Pero, sí, acabó saliendo aún mejor. Ocho años más tarde, me convertí en el primer DrummerNA (Norteamérica) y volví a publicar mi primera novela con la editorial Adynaton Publishing, junto con el segundo fascículo de la serie del púgil: THE PUGILIST: Other Erotic Boxing Tales (EL PÚGIL: Otras Historias de Boxeo Eróticas). Fue un momento en el que cambió todo. DrummerNA era un título conocido en la comunidad fetichista ¡y me permitió dar visibilidad a mi fetichismo a nivel internacional! De hecho, ONYX añadió el fetichismo de juegos de impacto fuerte a su guía de juramento de lealtad, y los boxeadores de todo el mundo empezaron a buscarme para conocer mi historia y a menudo para luchar conmigo también.

En líneas generales, lo que he aprendido es que lo que determina quién es vencedor del combate es la emoción del combate en sí. Cuando boxeo, TODOS mis sentidos están en alerta máxima y me siento realmente vivo. Conecto con un aspecto primitivo de mi naturaleza que constituye el hecho de ser el "Macho Alfa''. Cuando mi puño, cubierto por los guantes, entra en contacto con la cara de otro hombre, modificando sus características faciales durante solo un breve instante antes de mover su cerebro dentro de su cráneo, todo eso envía señales directas a mi libido. Lo que realmente llega a mi cerebelo y potencia mi naturaleza dominante son los golpes repetidos y los gruñidos gratificantes al golpear el abdomen de mi oponente.

A lo largo de los años:

- He usado a un buen amigo como saco de boxeo, en varias ocasiones y lo he grabado para visualizarlo después con todo el placer del mundo, yo boxeando desnudo: (una estrategia para distraer a mis oponentes que acaban centrando su mirada en el objetivo incorrecto al boxear, mientras que el ganador celebra su victoria follándose al perdedor. Pero, en ese caso, ¿el pasivo realmente pierde?)
- Me he dado cuenta de que tengo mogollón de looks y de prendas de boxeo. Tengo suficientes guantes, botas y pantalones de boxeo como para celebrar un torneo con 30 tíos, y ninguna de ellos se tendría que poner el mismo look dos veces.
- Por supuesto que sé de lo que soy capaz en el ring luchando contra otro hombre, y sí, también he boxeado con mujeres. Saber cómo golpear me ayuda a modificar la fuerza que uso al luchar con alguien. Así, los juegos de impacto fuerte pueden durar más.
- He ganado varios títulos de boxeo no profesionales en el pasado, entre esos títulos, he sido dos veces el campeón del NY Golden Gloves Master, en 2019.
- Sigo introduciendo a hombres nuevos a mi mundo a través de la clase que doy todos los años en CLAW (Heavy Impact Play: Erotic Boxing).

Por último, coincidiendo con la publicación de este artículo, he comenzado a estar completamente en modo Daddy, y tengo dos Chicos Boxeadores (puede que tenga más próximamente) que están aprendiendo la Sweet Science, mientras que se unen a los juegos de impacto bajo mi tutela y voy a publicar un nuevo libro dentro de poco.

La gente me pregunta a menudo, "¿Cómo puedes ser boxeador y gay? ¿No te gustan los hombres?"

Mi respuesta es: "¡Claro que me gustan! Por eso siempre son mi objetivo."

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