LYNX: Nos desvela los misterios del fetichismo por la momificación

LYNX: Nos desvela los misterios del fetichismo por la momificación

de Noticias Recon

29 mayo 2020

Lynx alias LeathermanLynx ha estado participando en el mundo Leather/KINK/BDSM como seguidor, líder, apoyo y defensor de la educación en nuestra comunidad desde 2015. En este artículo, nos habla de la momificación y de cómo puede proporcionar una vía de escape para aquellos que están interesados en dejar que otro tome el control.

En lo que se refiere al bondage, hay un montón de información disponible. Después de todo, el bondage es la palabra con la que comienza la expresión BDSM. Es un término amplio que tiene muchas formas de ser implementado y ejecutado. Las herramientas que se pueden usar son variadas y la técnica es personal e individual. Entre las herramientas más conocidas se encuentran las cuerdas, los elementos de inmovilización, las esposas, las cadenas, las sogas y mi favorito, la momificación.

Es muy probable que, todos aquellos que tenga la edad de haber ido a una clase de historia en la educación primaria habrán oído hablar de la momificación al estudiar cómo se vivía en el Antiguo Egipto. Si no es así, ha habido unas cuantas películas sobre una momia ''maldita'' que tiene un hacha para verlas con un Brendan Fraser musculoso y de hombros anchos y con Dwayne "The Rock" Johnson. Es verdad que hace mucho tiempo en Egipto, la momificación se utilizaba para preparar los muertos antes de enterrarlos. Cuando alguien fallecía, los egipcios llevaban a cabo su versión de lo que es una autopsia, después momificaban el cuerpo según su ritual. Era un ritual sagrado, serio y realizado con el más profundo respeto hacia el fallecido. En nuestro panorama actual de sexualidad radical, puede que no estemos preparando un cuerpo para el más allá, pero en lo que se refiere al bondage – especialmente a la momificación, realmente estamos preparando el cuerpo para una experiencia especial. El tipo de experiencia en cuestión depende de los participantes en la sesión.

Como forma de bondage, la momificación deja al sumiso completamente inmóvil, en algunos casos, de pies a cabeza solo con agujeros para introducir aire por la nariz y/o por la boca. ¿Por qué alguien se ofrece voluntariamente a quedarse totalmente inmóvil, incapaz de escapar o defenderse de ninguna manera? No hay una respuesta única a esta pregunta. Sin embargo, en mi experiencia, a menudo se trata de dar el control, el poder y la autoridad a otra persona...aunque sea solo un minuto o un par de minutos. La gente que realiza prácticas de bondage porque les proporciona la oportunidad de "dejarse llevar" de una forma en la que no lo haría sin ese elemento.

Algunas de las personas más "centradas" u "organizadas" que conocemos ansían en secreto tener la oportunidad de dejar todo eso fuera de la habitación y permitir que alguien en el que confían tome el control durante un rato. Para otros, el bondage es algo liberador. Según otros, es una especie de catarsis. ¡Y otros lo consideran como algo muy erótico! Hace algunos años, un buen amigo mío aceptó someterse a mí en una sesión de momificación en un bar de cuero de nuestra zona que frecuentábamos. Habíamos jugado juntos en el pasado y habíamos establecido un nivel de confianza alto, por lo que decidí pasar a un nivel más alto aún. Le pregunté si podía no solo momificarle, sino también jugar un poco con sus sentidos a la vez – sabía que tenía fetichismo por las cosquillas, por los juegos de pezones y de CBT ''ligero'', ¡por lo que quería que esta experiencia fuese algo divertido! Aceptó. Organizamos la zona del local y poco después, le coloqué donde quería que estuviese durante toda la sesión (y me aseguré de que iba a estar cómodo en esa posición durante toda la sesión).

Después de dejarle bien seguro en esa posición, le desnudé …y le vendé los ojos después. Me acerqué a él por detrás y le susurré al oído, "estamos a punto de empezar, quiero que me indiques lo que piensas con gestos… si mueves la cabeza de arriba abajo, eso quiere decir que quieres que continúe; si la mueves de izquierda a derecha quiere decir que vamos a tener que hacer las cosas de forma diferente." "Sí, Señor." Y así es cómo la sesión empezó a desarrollarse. Veinticinco minutos después (más o menos), le había envuelto de pies a cabeza, con un agujero solo para la boca. La momificación te puede poner muy caliente, literal. El cuerpo está envuelto en plástico industrial resistente desde la parte inferior de los pies/tobillos hasta la parte superior de la cabeza.
Es importante que haya agua cerca para hidratarse de forma regular...para los dos participantes, la verdad es que – la momificación es una actividad física. También es una experiencia en la que te atan de forma apretada y puede hacer que te marees, independientemente de la experiencia que tengas. Es vital que se compruebe frecuentemente que la conexión entre el Amo y el sumiso es consistente y constante. Una de las preguntas que oigo más a menudo es, "una vez que se termina de envolver al sumiso, ¿qué más se puede hacer? Parece que la sesión se acaba ahí...lo único que queda por hacer es liberarle." Bueno, sí eso puede ser verdad. En el caso en el que, realmente, ese sea el final de la sesión. Sin embargo, lo cierto es que no tiene por qué serlo.

Ahora que tenemos un sumiso completamente indefenso; inmovilizado de pies a cabeza, ahora es cuando empieza la diversión de verdad. La creatividad puede desempeñar un rol fundamental a la hora de subir de tono una sesión de momificación. Tenemos un cuerpo humano completamente a nuestra disposición y podemos hacer lo que queramos. ¿Por qué no jugar un poco y ver qué se puede hacer con él? Volvamos con mi amigo que se había ofrecido voluntariamente a participar en la sesión en el bar de la que estaba hablando antes. Una vez que estuvo momificado, le dejé donde estaba unos minutos para que pudiese acostumbrarse a esas sensaciones – se le puede acelerar la respiración y se le puede pinzar algún nervio que se le haya puesto más sensible mientras le envolvía el cuerpo. Después de esos cinco minutos, volví a mi momia nueva y con unas tijeras de seguridad le hice unos agujeros en logares muy específicos en el envoltorio de plástico que le cubría el cuerpo. Sabía gracias a otras experiencias con él que sus pezones están conectados directamente a su polla. Me di cuenta de que los tres necesitaban toda mi atención. Como seguía con los ojos vendados, me acerqué a su oído otra vez. "Sigamos. ¿Te apetece?" le susurré. "Por favor, Amo. No pares ahora." Sonreí, pero él no lo podía ver...me ponía que no pudiese verlo. En ese momento, la sesión se transformó de momificación a juego con los sentidos del sumiso.

La sesión no había hecho más que empezar. En mi opinión, era solo el inicio. Me lo pasé muy bien al verle revolverse, reír, suplicar y sobre todo gemir de placer. Si los que estaban viendo la sesión necesitaban la prueba, lo único que tuvieron que hacer es echarles un vistazo a las marcas de semen que dejó en el suelo al final de la sesión. Como con todas las sesiones fetichistas, el periodo de tiempo justo después de que terminas y en el que cuidas del sumiso, incluidas las sesiones de momificación, es algo que no se debe pasar por alto o hacer rápidamente. El cuerpo lleva envuelto un periodo de tiempo considerable. El sumiso ha tenido los ojos vendados y quizás le hemos privado de algún otro sentido. Debemos estar ahí con él ya que va a pasar de ese espacio mental y va a ''volver a su cuerpo''. De esta forma, podemos quitar el plástico lentamente o por secciones.

Podemos devolverle el sentido de la vista quitándole la venda. Podemos abrazarle hasta que esté listo para irse...o podemos hacer todo esto a la vez. Prepárate. Hazte disponible. Es importante. La momificación puede ser un fetichismo impresionante. Está diseñado para que sea así. Lo ves, el bondage tiene la posibilidad de provocar reacciones intensas, independientemente del método o de la técnica que se use. ¡La momificación es solo una de las diferentes formas que hay de hacerlo!

Compartir