OPINIÓN DE NUESTROS USUARIOS: Juegos de Impacto - Dolor vs. Disciplina

OPINIÓN DE NUESTROS USUARIOS: Juegos de Impacto - Dolor vs. Disciplina

de Noticias Recon

07 febrero 2022

Por NikeShoxJock

De adultos, nos dicen que las acciones valen más que mil palabras. Sin embargo, de niños, nos dicen que usemos nuestras propias palabras. Entonces, ¿en qué quedamos? En épocas de crisis duras, la mano y el pie dejan un impacto más fuerte que el sonido invisible, intangible de las vocales y las consonantes que se combinan al salir de una boca. Pero, ¿qué sucede si uno se pone de forma intencionada en una situación en la que el impacto es inevitable? Y además, ¿Por qué se hace?

Por ejemplo, un hombre joven que acaba de entrar en la pubertad. Está jugando al fútbol americano con sus amigos en el parque. En vez de actuar según la estrategia apropiada, una vez que se hace con el balón, no corre más rápido, de hecho, se pone a tiro para que los oponentes puedan hacerle un placaje y acaben apelotonándose encima de él. O se tropieza a posta, y el capitán del equipo contrario viene y le pone su enorme pie sobre el pecho, aprieta y le quita el balón. Después, el joven llega a su casa y se masturba. Dirige todo el semen hacia los morados y los golpes que le han provocado los tíos que se han apilado encima de él, además de cubrir toda la corrida con la huella de las botas del capitán del otro equipo que tiene en el pecho. En ese memento, a los catorce años, no sabía, no era capaz de conceptualizar por qué todo esto me excitaba tanto. Pero la sensación del peso de todos esos chicos encima de mí y la bota del capitán clavándoseme en el pecho me provocó una de las erecciones más duras de mi vida antes de ser sexualmente activo.

En ese recuerdo que acabo de contar, me puse a mí mismo en la posición sumisa o pasiva de forma intencionada para recibir un impacto físico. Cuando una persona en la posición ''inferior'' muestra una falta de respeto, ¿qué mejor forma de corregir ese comportamiento que mostrar que se tiene el control de forma física? Los padres pegaban a sus hijos todo el tiempo en el pasado. Pero hemos evolucionado. Sin embargo, la historia, en su mayor parte, siempre ha elegido soluciones físicas en vez de dialogar para provocar un cambio o asegurar la disciplina. Estas soluciones físicas se llaman evidentemente castigos. Los castigos también han evolucionado, de actos físicos a actos pasivos. No darles dulces a los niños por portase mal, por ejemplo (que conmigo funcionaba siempre). Pero en un contexto sexual, no hemos evolucionado—quizás de forma consciente. Seguimos siendo primitivos. Y el motivo es complicado. Nuestras vidas sexuales son una entidad paralela a nuestras vidas reales, y sobre todo, incluso aunque no nos demos cuenta, lo que ocurre durante las sesiones fetichistas es el resultado directo de querer compensar lo que nos falta en la vida real, o lo que debemos arreglar, o lo que hemos dejado de lado.

Juegos de impacto: los actos físicos que el dominante impone al sumiso durante los juegos consensuados.

Entre este tipo de actos se incluyen, aunque no son solo estos: CBT, azotes, latigazos, hacer cosquillas, latigazos en los pies, pisotear — hay quien hasta dice que las manifestaciones de la electroestimulación y los juegos con cera podrían ser considerados como juegos de impacto (pero les dejaré que lo debatan a los que realizan estas prácticas a menudo). Estos actos son realizados a través de las manos o los pies, las dos (o cuatro) partes del cuerpo de las que emana nuestra energía, nuestra fuerza bruta pura. A veces, hay quien prefiere utilizar diferentes instrumentos, a veces, simplemente lo único que se necesita es la mano o el pie. Eso sí, no voy a psicoanalizar a nadie aquí. Y aunque haya un montón de casos en los que no siempre exista una raíz psicológica vinculada a un morbo o un fetichismo, normalmente, esa faceta está plantada en algún elemento de nuestras vidas reales. (Eso os lo podéis analizar vosotros mismos).

La verdad es que no soy psicólogo titulado. Aunque hice varias asignaturas de psicología en la uni, no me gradué en esa especialidad. Pero lo que sí que sé es que el qué, el cómo y con quién uno se lo monta en plan fetichista, si se hace bien, pone en equilibrio nuestros dos mundos: el mundo real y el mundo de nuestras fantasías; la fantasía procede de lo que no existe, lo que podría existir, o lo que nunca podrá existir en nuestras vidas externas. Lo que hacemos en plan fetichista puede compensar (hasta cierto punto) algunas zonas de nuestros mundos externos. Freud dijo, "Otra técnica para limitar el sufrimiento es el empleo del desplazamiento de la libido…derivado de la satisfacción de los impulsos instintivos y crudos…la satisfacción se obtiene a partir de las ilusiones… La región de la que proceden estas ilusiones surge de la vida de la imaginación… A la cabeza de estas satisfacciones a las que se llega a través de la fantasía se encuentra el disfrute de las obras de arte…la narcosis inducida en nosotros por parte del arte…implica una retirada transitoria…no es lo suficientemente fuerte como para hacernos olvidar la miseria real". Interpreto los pensamientos de Freud como una defensa de cualquier tipo de juegos, pero especialmente de los juegos de rol y de impacto. El hecho de eludir el sufrimiento, Freud sugiere que el desplazamiento (la transferencia inconsciente de una emoción intensa de su objeto original a otro) de la libido, disfrutando de nuestros instintos primitivos y entrando en un mundo de fantasía, que, en sí mismo, es puro arte. Montarse un juego o una sesión con otros en general no se diferencia en nada de hacer una pequeña película. Es arte. La narcosis, o más bien el estupor producido por las drogas, un estado temporal en el que te evades de la realidad, provoca la retirada del mundo externo. Y aunque crear una fantasía, realizarla, y emplear nuestros instintos primitivos no puede hacernos olvidar la miseria de la vida real, es un alivio temporal. Y si nos esforzamos en entender por qué, creo que podríamos enfrentarnos a la miseria real con la que tenemos que lidiar en el mundo exterior. Como dijo Carl Jung, "no hay ningún tipo de nacimiento de la conciencia sin dolor". El fetichismo nos permite tomar control del dolor, controlarlo hasta cierto punto y ejercerlo en un ambiente seguro. El desfogue que experimentamos al dar o recibir sufrimiento (en los juegos de impacto) es una retirada de la realidad.

Para terminar, no soy masoquista. No disfruto de una excitación sexual vinculada al dolor físico. Más bien, lo que me gusta es la disciplina. Y es la razón por la que me gustan los juegos de rol. Como no soy masoquista, necesito una justificación para merecer ese castigo a través de los juegos de impacto. Me gusta hacer de sumiso malcriado por varias razones, una de ellas es para justificar la disciplina. Para mí, crear el juego de rol y la justificación de la disciplina compensa el vacío dejado en mi vida real; un vacío creado por razones privadas en relación a mi psicología personal. Además, por esto no me gustan las sesiones fetichistas largas, sobre todo cuando un master dice cosas como ''Me voy a pasar horas azotándote o haciéndote cosquillas". No me dan placer esas olas de golpes sin fin. Soy un malcriado. He hecho algo malo. Merezco que me castiguen. Esto debería durar una cantidad de tiempo controlada y apropiada. Si dura más de lo que creo que corresponde a mi castigo, pierdo el placer sexual que recibo de los impactos y después entro en una especie de estado de aburrimiento; los juegos de impacto pierden así su justificación. Sin embargo, esto no quiere decir que mi amo no haya sido satisfecho — no, encontrar un punto intermedio es esencial. Por otro lado, los sádicos y los masoquistas innatos no necesitan un rol para comenzar un juego de impacto. No necesitan ser creativos. Atan al sumiso, y el master le da latigazos, le azota, le da bofetadas — lo que prefieran el sumiso y él mismo. Esto puede durar horas, y de hecho es lo que dura.

Esto es lo que quiero aclarar. Cuando alguien añade los juegos de impacto a sus intereses, no quiere decir necesariamente que seas sádico o masoquista. Ten curiosidad y pregunta. ¿Eres un sádico o un masoquista innato? ¿O no se trata tanto del dolor sino de lo que simboliza el acto del impacto? A partir de ahí, ten un poco de pensamiento crítico. ¿Por qué te excita este tipo de juegos de impacto más que otro tipo? ¿Es porque está relacionado con una parte específica del cuerpo – por ejemplo, la espalda o, el culo o los pies? ¿Qué hay del arma, herramienta o instrumento específico que desencadena una respuesta sexual más significativa en comparación con cualquier otro factor?

Haz preguntas, aclara las cosas, y entiende la relación con el ''dolor'' y con la "disciplina" y el "castigo" en lo que respecta a tu pareja o parejas de juegos, y sobre todo, en relación a ti mismo.


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